sábado, 5 de diciembre de 2009

San Miguel

Este hermoso óleo sobre tabla de Rafael Sanzio de Urbino es, para mi, una de sus más exquisitas obras. Conocido como San Miguel o «San Miguel derrota a Satanás» la obra representa el momento en que el arcángel vence al jefe de los ángeles rebeldes y aunque es parte del importante episodio comúnmente conocido como la Guerra de los Cielos, la Biblia lo trata muy al pasar, siendo la fuente más conocida el libro del las Revelaciones (Apocalipsis), donde se habla de la lucha de los ángeles de Miguel contra los ángeles del Gran Dragón. Sin duda era un momento digno de extenderse un poco más y el poeta John Milton se tomo la molestia de relatarlo a su manera en el Paraíso Perdido.La batalla en su poema hace estremecer el paraíso durante 3 días (tiempo celestial claro :P ), cada uno de los ángeles asesta golpes como si fueran los definitivos, haciendo que la victoria no se inclinase hacia ninguno de los dos bandos, Miguel participa pero ocupa un lugar más secundario, siendo Cristo quien montando en el carro y tomando las armas de su Padre lanza solo y sin ayuda a todos los demonios al Abismo.
Se pueden ver dos cosas curiosas a través de esta tabla:
1) el nivel de detalle y la riqueza interna que había en los artistas de esa época. Más allá de las creencias, la religión siempre fue un pretexto para volcar en él lo mejor del ser humano, las representaciones de este tipo lo demuestran. En cada icono u obra religiosa se dejan a lado los dogmas para poner de manifiesto una idea (valentía, sacrificio, belleza, etc.).
Hace un tiempo hablaba con una amiga sobre lo que despierta la Virgen Maria y como travestis y prostitutas (más allá de los creyentes comunes) le brindan culto, se abren a la «idea» que ella representa, una pureza que va más allá del puritanismo, un amor que engloba todos los amores, una misericordia generosa, una sabiduría serena.
Cuando los sacerdotes dejan de brindar misas y uno entra a una iglesia ocurre algo mágico, cada figura, icono, vitral... deja a un lado los dogmas que se les pretenden inculcar y se convierten en representantes de los ideales más elevados del ser humano. Jesús deja de ser Juez (o representante del Gran Juez) para volver a ser el enviado amoroso y abierto dispuesto escuchar las penas de todo ser humano, María deja de ser el modelo de la hija perfecta y sumisa (especialmente la idea de sumisa que generaciones de teólogos intentaron meter en las cabezas de la gente) para volverse la Madre y la encarnación (vaya ironía) más fuerte del amor (de tanto que pongo la palabra «amor» creo que tendré que hacer un post aparte, pero tengan presentes que cuando digo amor no me refiero al amor «blandengue y lacrimogenamente sentimental», sino un amor fuerte- activo). Tal es lo curioso de las imágenes religiosas cuando se acerca uno a ellas sin prejuicios dogmáticos.
El segundo detalle curioso que revela es que no siempre se imagino que las alas de los ángeles eran blancas puras, sino que podían tener varios colores además de ser muy vivos. Se pueden ver otros cuadros en donde tienen alas de halcón, de pavo real, etc.
Para los que ven el anime de Saint Seiya/Los Caballeros del Zodiaco este cuadro les parecerá conocido, porque aparece en la pelicula Los Caballeros del Zodiaco Contra Lucifer precisamente !!! Con la diferencia que abajo aparece Lucifer con la forma que lo imaginaron para la pelicula, pero nada más.... detalle menor.
Intentar hacer visible lo invisible, hacer «descender» con la percepción artística lo divino, con la voluntad o contra ella del artista que las haga, las imágenes del cristianismo van más allá del dogma, tienen vida propia y se abren a todos. Portadoras de consuelo y amor, mensajeras del más allá que escapa a las garras de la razón y de su hermana la discriminación, son algo totalmente mágico.


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